Nuevamente vuelve a circular el miedo en Colombia, nuevamente aquellos que se creen la mano de Dios, vienen a juzgar las actividades de la sociedad, a denigrar la condicion humana de la gente, a decidir quien vive y quien no.
Y es que aunque a ellos les duela, las prostitutas, los drogadictos, los mal llamados "sidosos", son parte de nuestra sociedad, son compañeros, son hermanos, son amigos, son gente que siente, que rie, que sufre y que anda en condiciones muy distintas a la de la llamada gente de "bien".
Son personas que han tenido que vender su cuerpo para poder alimentar a sus hijos, que caen en la drogadiccion por falta de educacion, de posibilidades, por falta de un estado, una sociedad que le permita ser alguien que vale y aporta, y no solo ese algo, esa fuerza bruta que trabaja para aquellos que ostentan el poder.
Quien es el ser humano para disponer de la vida de otros?
Que nos da el poder de creernos mejores que otras personas?
Por que creemos que los problemas se solucionan acabando con los individuos, cuando el problema de raiz nunca muere?
Y es que nada, ni nadie, nos da el poder de decidir en la vida de los demas, y mucho menos aquellos que con sus acciones tienen estancado el cambio en Colombia, tienen sumida a la sociedad en un caos, en el miedo absoluto, en la aberracion, en el terror, aquellos mismos que comercializan los narcoticos pero que ahora quien eliminar a quienes los consumen, a aquellos que ven a la mujer como un objeto sexual, y creen que una mujer que ha tenido que vender su cuerpo no vale, no siente, no quiere, no sufre, no sueña?
Y es que la solucion del problema esta en la educacion, en las oportunidades, en el respeto a la dignidad de la gente, de su valor como indivuo, de lo que puede aportar, de esta patria tan grande que somos y estamos dejando escapar por una minoria extremista y descolocada, que alegando aquello que para ellos no es nada bueno, son parte de eso que empeora la sociedad, de aquello que tiene este pais vuelto mierda.
Hoy hemos dicho basta, no vamos a sufrir mas de miedo, de horror, de estar escondiendonos, de ser sumisos ante su politica de aniquilamiento y muerte.
Se esta gestando una fuerza tan grande, tan fuerte, que aquella libertad de mentiras, pasara al pasado, que los afiches del tirano seran solo recuerdos de una vieja historia.
A llegado el momento del cambio compañeros, no hay suficientes balas, ni intimidaciones para acallar la voz popular, acallar el libre pensamiento, la revolucion que la patria se merece, porque detras de nosotros no hay solo un pedazo de carne, hay una idea, y las ideas son inmunes a las balas.
¡Porque Habra Patria Para Todos O No Habra Para Ninguno!
Con el pueblo, con la lucha, con el corazon y al poder.
Colectivo Juvenil Luis Otero
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